¿Qué es estrés postraumático? El estrés postraumático (TEPT) es un trastorno que surge tras vivenciar o presenciar eventos traumáticos que desafían nuestra capacidad para procesar y dar sentido a la experiencia.

Aunque muchas veces se presenta como un conjunto de síntomas —flashbacks, hipervigilancia, pesadillas—, el TEPT es mucho más que eso: es una herida profunda que afecta el sistema nervioso.

Vamos a abordar este tema desde diferentes ángulos, integrando el enfoque psicodinámico, las aportaciones de Peter Levine y el trabajo corporal de Wilhelm Reich.

Una herida que no cicatriza: el estrés postraumático desde el psicoanálisis

El psicoanálisis ha intentado entender el impacto del trauma en el inconsciente. En sus primeros trabajos, Freud desarrolló la teoría del trauma, sosteniendo que los eventos traumáticos reales eran la causa de muchos trastornos psicológicos.

Sin embargo, más adelante abandonó esta idea en favor de la teoría de la sexualidad infantil, argumentando que muchas de las experiencias traumáticas reportadas eran, en realidad, fantasías inconscientes.

Autores como Sandor Ferenczi retomaron el concepto del trauma real, argumentando que la negación y la falta de validación de estas experiencias generaban heridas profundas en la psique. Por otro lado, Pierre Janet, contemporáneo de Freud, desarrolló un enfoque centrado en la disociación como respuesta al trauma.

Imaginemos a una paciente de unos 35 años, que acude a terapia después de sufrir un accidente automovilístico grave. Aunque físicamente está recuperada, su mente sigue atrapada en el momento del impacto.

Sueña con el accidente, evita conducir y siente una culpa irracional por haber salido ilesa mientras otro conductor no.
Un enfoque psicoanalítico trabajará sobre la culpa inconsciente y las fantasías reprimidas vinculadas al suceso.

A través de la interpretación de los contenidos será posible para la paciente empezar a integrar el evento en su narrativa vital.

El trauma, en el psicoanálisis, se manifiesta como una «fijación» en el inconsciente, un punto de estancamiento donde la energía psíquica queda atrapada. Trabajar en terapia implica liberar esa energía, permitiendo que el paciente pueda resignificar su experiencia.

El cuerpo nunca olvida: la visión de Peter Levine

Peter Levine, creador del modelo de Experiencia Somática (Somatic Experiencing), aporta una perspectiva esencial al abordar el estrés postraumático.

Según Levine, el trauma no solo afecta la mente, sino que también queda “almacenado” en el cuerpo.

En su obra Waking the Tiger (traducida al español como Curar el Trauma), Levine explica que, al enfrentar un evento traumático, nuestro sistema nervioso entra en un estado de lucha, huida o congelamiento.

Si la energía generada durante esta respuesta no se descarga, queda atrapada en el cuerpo, generando síntomas como tensión crónica, insomnio y ansiedad.

Figuremos ahora a un hombre de unos 40 años, que llega a la consulta después de ser asaltado a mano armada.

Aunque el evento había ocurrido seis meses atrás, seguía sintiéndose paralizado ante situaciones cotidianas, como salir a la calle o incluso abrir la puerta de su casa.

En las sesiones se trabaja con técnicas somáticas para ayudarlo a completar la respuesta de huida que había quedado trunca durante el asalto.

A través de pequeños movimientos y ejercicios de respiración, Marcos logra liberar esa energía atrapada y reconectar con su sentido de seguridad.

Levine enfatiza que el trauma no es el evento en sí mismo, sino la reacción fisiológica que queda congelada en el cuerpo. Por eso, las técnicas que integran el movimiento y la conciencia corporal son esenciales en el tratamiento.

Wilhelm Reich: el cuerpo como armadura

Wilhelm Reich, precursor de la terapia corporal, postuló que el cuerpo desarrolla acorazamientos musculares como mecanismo de defensa frente al dolor emocional. Estos bloqueos no solo limitan nuestra expresión emocional, sino que también perpetúan el trauma.

Pensemos en una una mujer de unos 30 años, que sufre de estrés postraumático después de una relación abusiva.

En terapia se descubre que retiene una tensión constante en los hombros y el pecho, lo que Reich habría interpretado como una protección del miedo al abandono y el dolor emocional.

A través de ejercicios biofísicos las emociones como la rabia y la tristeza comienzan a emerger y posibilitan la elaboración.

Reich demostró que el cuerpo y la mente son inseparables, y que trabajar con uno inevitablemente afecta al otro.

La cultura como espejo del trauma

El impacto del trauma también se refleja en la cultura. Obras literarias, películas y música han explorado el estrés postraumático como una herida universal.

Literatura: El guardián entre el centeno de J.D. Salinger

En esta novela clásica, Holden Caulfield refleja las secuelas del trauma tras la pérdida de su hermano menor.

Aunque no se menciona explícitamente el TEPT, su alienación, angustia y comportamiento errático evocan los efectos psicológicos del duelo traumático.

Esta obra nos recuerda cómo el trauma puede influir en nuestra manera de relacionarnos con el mundo.

Música: Mother de John Lennon

Esta icónica canción explora el trauma infantil y el abandono emocional. Lennon, a través de su letra cruda y emotiva, expresa el dolor de perder a su madre a una edad temprana y el impacto que tuvo en su vida adulta.

Cine: Good Will Hunting

En esta película, Will Hunting, un joven genio con un pasado de abuso, lucha por superar las barreras emocionales que el trauma ha generado en su vida.

La actuación de Robin Williams como terapeuta ilustra cómo el proceso terapéutico permite enfrentar y resignificar este tipo de experiencias.