Hace unos años me formé en el nivel uno de terapia de pareja basada en el método Gottman. Durante un tiempo recibí parejas en el consultorio, en la actualidad ya no lo hago.

Hay algunas razones, entre ellas, que prefiero el trabajo individual y mis horas están cubiertas con estos procesos.

Otro motivo es que me encontré con que es difícil recibir una pareja que esté en situación de aprovechar las sesiones. Cuando recurren a la ayuda de un terapeuta ya la relación está muy deteriorada, la terapia muchas veces sirve para separarse de un mejor modo.

Aunque esto sería motivo más que suficiente para tener un espacio psicoterapéutico, no deja de generar cierta frustración en ambas partes.

La formación en parejas me resultó muy útil en el trabajo individual. El campo sentimental es uno de los grandes temas que atraviesan las sesiones. Cuando llegan las personas a consulta es frecuente escuchar que pasaron por una relación que denominan tóxica, o que están transitando un momento complicado en un vínculo actual.

¿Qué es una relación sana?; ¿Cómo se construye?; ¿Qué caracteriza a las parejas que funcionan de manera armónica?

Llegaste a este artículo buscando consejos de psicólogos para parejas. La palabra consejo está mal entendida en algunos campos de la psicoterapia, pero no me voy a introducir en ese debate en este artículo. Lo que importa es que te lleves algo de aquí.

Vamos a basarnos en los aportes de dos grandes referentes en este tópico: John Gottman y Susa Johnson.

 John Gottman fue un reconocido psicólogo, experto en relaciones, que dedicó décadas de su vida a estudiar los secretos de las parejas duraderas, identificando patrones y dinámicas que predicen el éxito o fracaso de una relación.

Gottman es conocido por su enfoque único en la observación de las interacciones de las parejas en entornos naturales, como su laboratorio de investigación «Love Lab».

Este autor popularizó el concepto de los «cuatro jinetes del apocalipsis» (crítica, desprecio, actitud defensiva y evasión) como comportamientos tóxicos que pueden erosionar una relación.

Sus programas de intervención se centran en mejorar la comunicación, la resolución de conflictos y el afecto en la pareja.

Por otro lado, Susan Johnson es la creadora de la Terapia de Pareja Centrada en Emociones, que se enfoca en la conexión emocional y el apego como pilares fundamentales de las relaciones íntimas.

Su trabajo se centra en comprender cómo las necesidades emocionales y de apego influyen en la dinámica de pareja, abordando las emociones primarias detrás de los conflictos.

Johnson enfatiza la importancia de crear un ambiente seguro y comprensivo en la relación, donde las personas se sientan libres de expresar sus vulnerabilidades y necesidades.

Esta terapeuta ayuda a las parejas a desarrollar una mayor intimidad emocional y física, fortaleciendo así su conexión y compromiso mutuo.

Consejos de Psicólogos para Parejas

Bien. Detallemos ahora algunos puntos que pueden echar luz a la hora de llevar adelante el proyecto de construir una relación que valga la pena ser vivida.

1. Las buenas parejas cultivan la amistad

En el corazón de una relación duradera y satisfactoria se encuentra una amistad sólida. Gottman enseña que las parejas que son amigos íntimos tienen una conexión más profunda y resisten mejor las tormentas que aquellas cuya relación se basa únicamente en la pasión o la atracción física.

¿Cómo cultivar esta amistad? Dedicando tiempo de calidad juntos, encontrando intereses comunes y manteniendo un sentido del humor incluso en los momentos de adversidad.

2. También alimentan una comunicación consciente

La comunicación es el hilo vital de cualquier relación, pero no se trata solo de hablar. Susan Johnson advierte de que es un requisito escuchar con empatía y comprensión. Practicar la escucha activa, dejar de lado la necesidad de tener siempre la última palabra y tomarse el tiempo para entender los sentimientos de tu pareja, incluso en el desacuerdo.

Cuando ambos se sienten escuchados y comprendidos, se establece una base sólida para resolver conflictos y fortalecer el vínculo emocional.

3. Además nutren la Intimidad Emocional

La intimidad va mucho más allá de la conexión física. Es lo que une los corazones y las mentes de dos personas. Gottman señala que las parejas que mantienen una fuerte intimidad emocional son más capaces de enfrentar los desafíos juntos.

Es necesario dedicar tiempo para compartir los pensamientos más profundos, sueños y temores con la pareja. Construir esta intimidad requiere vulnerabilidad y valentía, pero los frutos lo valen con holgura.

4. Y aceptan las diferencias

Cada individuo es único, con sus propias experiencias, valores y formas de ver el mundo. En lugar de tratar de cambiar a tu pareja para que se ajuste a tu idea de lo que deberían ser, Gottman nos insta a celebrar esas diferencias.

Es imprescindible apreciar las perspectivas únicas que cada uno aporta a la relación y reconocer que esas diferencias pueden complementarse mutuamente. La aceptación y el respeto son los cimientos sobre los cuales se construye una relación sólida y duradera.

5. Practican la generosidad y la gratitud

Pequeños gestos de amabilidad y aprecio pueden tener un impacto monumental en una. Gottman descubrió que las parejas que practican la generosidad y la gratitud tienen relaciones más felices y satisfactorias.

Estos gestos no solo fortalecen el vínculo, sino que también crean un ciclo virtuoso de amor y apoyo mutuo.

6. Aprenden a manejar los conflictos constructivamente

Las desavenencias y las disputas son inevitables en cualquier relación, pero lo que importa es cómo se manejan. Johnson enfatiza el aprender a discutir de manera constructiva, evitando la crítica y el desprecio.

En lugar de atacar a tu pareja podrías comunicar tus preocupaciones de forma respetuosa y busca soluciones. Esto es clave para mantener la armonía.

7. Le dan prioridad a la conexión física

El contacto físico, ya sea un abrazo, un beso apasionado o tomarse de la mano, libera oxitocina, la hormona del vínculo, que fortalece la conexión. El contacto físico es una prioridad en la relación, es un gran responsable a la hora de afianzar el lazo.